lunes, 21 de diciembre de 2015

Pictogramas

El zanate
latigazos 
de azul
se encerró
de negro.

2
El arrebol
como una 
calabaza
anaranjaba
la hierba 
azul
del cielo.

3
El mar 
trinaba
¡azulífero!

4
Las flores
secas
sedimento
de luz.

5
La noche 
de raíz 
es azul 
silencioso.

LUNAORUGA --Romance de piratas de mesa—

Aquella luna de noche,
aquella noche la luna,
enredándose en sí misma
hilaba como una oruga,
como una oruga de sal,
su salidulce blancura,
su saliluz dulce y sola,
y escurría llena de pulpa
sobre el mar negro, vacío,
encabalgado de espuma,
hilo de la luz del sol,
lunaoruga-orugaluna,
aquella luna de noche,
hilaba llena de nuncas,
y sobre mi barca insomne
luz de ayer y ya futura
en este instante preciso…
¡espirales, espejos, nuncas…!


Abraham Peralta Vélez 03 de noviembre 2015

Haikú

Corre este río
que convierte las rocas
en su espuma.

viernes, 21 de agosto de 2015

Reflujo

En el metro,
en la casa,
y el trabajo,
se ahogaba
en su reflujo
de miseria.

Era una luz
gástrica.

Aunque pudo

la orquídea
de la flama.

lunes, 17 de agosto de 2015

Reclamos

No me importa un tu coche 
ni tu departamento
ni que sean ellas altas verdes y azules.
Me importa un carajo tu religión de festejos 
tu partido político y tu equipo de fútbol.
Me parece insignificante ir a Nueva York
a París a Roma a la India como al salero.
Mi ropa desentona porque uso la mi abuelo.
Me interesan poco los hoteles desmesurados
los rascacielos los celulares de avanzada.
Muy poco me impresionan botellas costosas.
Poco me aficiono a drogas tremebundas 
a los nuevos conciertos de hojalata 
al novísimo libro para pasar las vacaciones.
Me asquean premios y farandulillas.
Me importuna llamar a cualquiera maestro.
Nada me significan grandes firmas y marcas. 
Así es, aunque vaya a la playa al salero 
aunque venga en un coche y grite al fútbol 
aunque consuma drogas tremebundas 
aunque te llame maestro y beba contigo
y sea un falso hijo de su falsísima especie;
os juro, no me son tan necesarios 
ni tan importantes como el amor
que se puede beber en un vaso de agua
y de otras mil maneras: 
melón, Catarina, tú, mar, aquel, piedra… 
y sin él mi vida sería una juventud miserable.

Apuntes

Hay veces 
en que 
uno quisiera ser 
un globo azul.
Darse un tiro
y reventar
loca y libremente
            en el aire.

Abraham Peralta Vélez marzo 2015

martes, 28 de julio de 2015

Tejer

A Doña María de la Trinidad Manuela Aguilar Morales

Tejer es tejer silencios.
Tejer es tejer azules
al cementerio del alma,
volver a encender la lumbre,
volver, volver y volver
a ser ave, niña, nube.

Quien teje se va inundando
de cósmicas amplitudes.
Viaja entre ganchos y alas
y en profundas altitudes.

Y el misterio que la encarna  
se va volviendo más dulce,
más suave y manantío.
Vuelve eternas juventudes.

sábado, 25 de julio de 2015

Mudanza

Cuanta casa tomada
y cuanta despojada aurora
yerra con su pasión contenida
en cajas y alas rotas
y en bolsas de basura.
Parecieran auroras peregrinas,
polvareda de luz que se resiste
a la impotente soga del suicidio.
En mudanza perpetua
la esperanza
perpetúa su herida
y firme se sostiene
por un triste hilillo de alegría,
que, por sobre la pena y la mudanza,
se vive manantial inmarcesible.

Lunático

Como piedras lunas de fuego
como señales de amor arrojaba 
al nocturno balcón de los gatos.
Era un lunático Dios.
Sin embargo en su inercia de tumba
en su ambición de llaga y óxido
pocos rompían en abismos
el espejismo seguro de sus ojos
y al lunático Aquél 
en el inseguro incendio de su triángulo
en que se columpiaba como niña
inquisidora y traviesa
en que arrojaba piedras de fuego
como burbujas de luna
de estrellas al universo
lo dejaban en su locura de amor
rompiendo los espejos de su propio abismo
y las botellas de su embriagante vino enamorado.

Abraham Peralta Vélez 3000000 abril

martes, 21 de julio de 2015

Monasterio

Me detengo un instante.
Dejo en su lugar las letras
y un mar amargo 
el plomo en mi garganta deja.
Te escucho, no en el fondo,
sino en la superficie llena
del aire, en las cosas que pasan
y se cuelgan
como las grises sábanas
al tendedero dulce del olvido.
No dejo de escucharte
en mi monasterio de trabajo,
no en el fondo, no, 
sino en el rostro profundo 
de las cosas que pasan,
el avión que estremece los cristales,
los pájaros que comen las croquetas,
las campanadas ocres del basurero…
y que pasan y me advierten
que tú estás aquí conmigo 
en la dulce zozobra de tu llave abierta,
amor mío, y vida de mi vida,
mientras mis perros roncan a nube a suelta.

Abraham Peralta 21 de julio de 2015 Casa Unidad Modelo

lunes, 20 de julio de 2015

Apuntes

El error más grande
que he cometido
es olvidarme
de que estoy vivo.
De que vine a encontrarte,
¡oh, Dios mío!,
en el ábside del amor.
Cada día que pase, 
vida de mi vida,
he de volverte a buscar.
He de dormir en tu luna
y despertar tras tu luz.
Y contigo, amor,
he de volverme
cada vez más ave, 
cada vez más aire,
cada vez más nada.

jueves, 16 de julio de 2015

Cuesta arriba

Prisionero,
voy cuesta arriba.

Cuesta arriba, Prisionero.
Voy cuesta arriba.

Ave, mosca, piedra,
voy cuesta arriba.

Prisionero, mira el sol,
solo va, alto,
es un lagarto perdido,

en los muros del universo.

Mira el sol, Prisionero,
cuesta arriba, es una señal.

Ay, Prisionero,
quiero decir: libertad, amor;
y sólo puedo decir: cuesta arriba,

Prisionero, cuesta arriba.

martes, 14 de julio de 2015

En pie de lucha

En esta soledad de piedra,
en esta sola angustia de pájaro,
ando a pie y en pie lucha,
como la tinta áspera dice
en esos cartelones de estraza,
y escribo: “mi alma pulpa de colibrí
del cuerpo de tu esencia”,
en el silencio blanco de la pantalla
y en esta soledad de piedra
contra las multitudes del óxido.
Escribo esto en pie de lucha
ahí donde debiera gritarse
 “¡muerte, sangre, miseria, injusticia!”,
y dar esa aciaga sensación
de absoluta verdad, de verdad incorruptible,
pero no soy quien anda en multitudes  
ni gana con la prensa su salario
sino quien en papel trasfunde la palabra
del silencio profundo de los piedra
desde su cuerpo dúctil y bello.
La palabra me dicta en este instante.
Yo escucho. Y la escribo.
Doy mi tiempo a su templo y resisto
en esta soledad de piedra
a perderme en las sombras de un salario
y en la angustia inclemente de los días.
Resisto por la suave vorágine de la palabra
amor, que desnudándome abre su silencio.
A pie y en pie de lucha
resisto en el huesito del misterio
tras la pulpa dulcísima de la carne de la luz
contra bala, muerte, sangre y miseria.

14 de julio de 2015